sábado, 25 de junio de 2011

Soy celoso y que asi es mi vida y no voy a cambiar

Cuanto más celosos estamos, mayor el sentimiento de posesión. El poseer algo nos hace felices; decir que algo es de nuestra exclusiva propiedad, aunque sea un perro, nos hacer sentir cómodos y a gusto. Ser exclusivos en nuestras posesiones nos proporciona seguridad y certidumbre. Poseer algo nos hace importantes y esta importancia es a lo que nos aferramos. Pensar que poseemos, no un lápiz o una casa, sino a un ser humano nos hace sentir fuertes y extrañamente satisfechos. 
Todos tenemos una sola cosa a la que nos agarramos, aunque asume diferentes formas. Sin el objeto al que nos apegamos nos sentimos completamente perdidos, ¿verdad? Tenemos miedo de sentirnos totalmente solos. Este miedo es odio, celos, dolor.